Nuestras secciones

LA SOLEDAD EN LOS MAYORES

Comisión Ejecutiva Estatal de SUPPO

La soledad en las personas mayores es uno de los grandes enemigos del bienestar de nuestros mayores.

Según datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística, el colectivo entre el que más se incrementa la soledad no deseada es el de las personas mayores de 65 años que viven solas. La mayoría de las personas en estas circunstancias han confesado que tienen sentimientos de soledad y aislamiento, siendo las mujeres mayores de 65 años las más perjudicadas por la soledad.

La soledad no siempre es un sentimiento negativo, por lo que podemos hablar de soledad objetiva y soledad subjetiva porque una cosa es vivir solo y otra, muy distinta, sentirse solo.

Desde un punto de vistoa subjetivo, la soledad es un sentimiento doloroso y temido por un gran número de personas mayores, nunca una situación buscada. Según palabras de la Doctora Laura Coll i Planas, médica y Doctora en Salud Pública, “la soledad nos habla de nuestra vulnerabilidad y de la necesidad que tenemos de los otros”.

Todos estamos involucrados en esta soledad, que tiene que ver en cómo humanizamos y gestionamos nuestro día a día y en los prejuicios que hay en torno a los mayores. En este sentido, conviene tener en cuenta que la sociedad y el modelo de familia han cambiado en las últimas décadas, llevando a una crisis de valores que ha contribuido a favorecer la soledad de los mayores. Lo cierto es que, si no nos preocupamos de crear una sociedad sensible a todo esto, que cuide y se preocupe por los demás, los mayores que están en condiciones más vulnerables se quedarán solos.

Por eso, es tan importante para hacer frente a la soledad, que a veces puede ser un círculo vicioso con peligrosas consecuencias tanto para la salud física como mental, mantener una actividad social, haciendo deporte, asistiendo a talleres, cursos o manualidades así como participando en programas de voluntariado donde sentirse útil y en general, actividades que permitan estimular la mente, tener una ocupación y hacer amigos, ya que, todo esto nos hará sentirnos mejor estando más presentes en esta sociedad.

SUPPO, desde sus orígenes, está comprometida con estos planteamientos de un envejecimiento activo y saludable; y para muestra un botón, que dice el refrán español, ilustramos este artículo con una fotografía de una actividad grupal organizada por SUPPO, el Camino de Santiago, en la que la participación activa durante todo el trayecto favoreció definitivamente afectos y amistades perdurables.